domingo, 25 de agosto de 2013

¡Volare, oh, oh!

Esta entrada viene de (pinchar para ir a ella) "Oh, sole mío"

Un poco de música de ambiente,...



Seguimos en Roma, la mitad de viaje ya debería haber pasado. En el anterior post, acabamos con páginas azules. ¿Cómo podría ser si nunca hablamos del azul en los colores de Roma?Lo reservé como inspiración para el pequeño Estado del Vaticano. Es el color que más llama la atención de la Guardia Suiza.




Ahora unas páginas para poner unos cuantos monumentos. Aunque el diseño es similar, todas son distintas, por eso de que no hay dos monumentos iguales en Roma. Aquí he utilizado dos charms de Ángel, por si uno aún sigue sintiendo la fuerza del espíritu del peregrinaje a la Basílica de San Pedro.



Y un riconcito dedicado al amor. Lo que más me gusta de esta página es la bonita cinta que encontré en una tienda de Patchwork de Bertamiráns, Vainica Doble. Creo que es la más bonita tienda de manualidades de la zona.


La última página, en marrón craft, sin decorar apenas. Es quizá el momento del fin, y por eso la he dejado sin colores ni papeles decorados. Hay que recoger las maletas y olvidar nuestro pequeño momento de vida romana. Volver a Valencia y recordar los bellos monumentos vistos y desear ardientemente volver pronto.

Me pregunto cuál será el monumento que más sobrecogerá a María José. Yo nunca fui capaz de escoger ninguno. Cada rincón me dejó sin habla. Además, como fui en Febrero, tuve todos los rincones especialmente dedicados a nosotros, sin el ajetreo de los turistas en temporadas estivales. Nos pudimos poner a descansar donde quisimos, arropados por el invierno romano, sin agobios, ni aglomeraciones. El Panteón me impresionó, ciertamente, pero "la tarta nupcial", me encantó. Y en el Foro Romano me sobrecogió el pasado de las ruinas, y quise quedarme a vivir en la Plaza Nabona, pero la Fontana de Trevi, me dejó con la boca abierta cuando giré la esquina y la vi allí, tan impresionante con sus enormes dimensiones.

No sé, es una duda que tengo, ¿cuál fue vuestro rincón favorito de Roma? Maria José tiene una última página para guardar notas.


Y eso es todo. Soy consciente de que no hay mucho espacio para fotos, pero eso será imposible: Fotografíar Roma y meterla en páginas de álbum es reducirla a poco. Así que al menos, espero que este mini-álbum guarde los mejores recuerdos, en unas pocas imágenes, palabras, detalles, tarjetas, etc.

Por cierto, en esta decoración ¡falta un candado! ¡y una postal de Vacaciones en Roma! Pero dejaré que lo encuentre ella, porque lo más bonito de un álbum como éste, ¡es personalizarlo!

Espero que te guste, María José, y ¡feliz viaje, pareja!

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