Tarjetero en diez minutos.

Llevaba varios meses con algunas tarjetas tiradas por el escritorio. Aburrida de verlas desordenadas, tomé la opción de pegarlas por la parte de fuera de algunas cajas bonitas en las que guardo material, para tenerlas a la vista. Pero tras amontonar unas cuantas, ya no supe qué hacer con ellas.

También tenía por ahí tirada una imagen impresa en cartulina que me enviaron en una carta. Me gustaba mucho porque era negra y blanca, y me parecía delicadamente moderna. Le puse unas estrellitas plateadas de APPLI y no lo tapé más, porque me encanta la foto.

Con un folio (uno sólo) de Conqueror, que tiene un delicado toque perlado, he hecho las páginas para esta mini-cartera, y con una blonda, unos pequeños adornos para las páginas.

 

Hay un sitio para cuatro notitas en la primera página, un bolsillito para tarjetas menos interesantes en el que he pegado también un calendario para este año, y en la última página he sujetado con un brad o encuadernador las tarjetas que quiero tener más a mano. Puedo verlas sin soltarlas del encuadernador, sólo tengo que girarlas.

Como la intención es guardar papelitos de sitios muy interesantes, no necesito utiliar más tiempo ni material, por lo que, en vez de entintar los bordes, los he marcado con un rotulador dorado, a juego con un precioso brad en color oro viejo que encontré en una tienda del pueblo. Desgraciadamente, el preciso brad dorado tiene más volumen del que quisiera, por lo que tuve que utilizar otro plateado para sujetar las tarjetas de la página siguiente, ya que mi intención es llevarlo de vez en cuando en el bolso y necesito poder cerrarla. En cuanto encuentre uno dorado, lo cambiaré.

Me encanta como ha quedado la abertura del bolsillito, porque parece un cuello de una camisita de bebé. Todos los trozos de  la blonda que quedaron, los aproveché en la última página para adornarla y dar coherencia a esta parte, aunque como las tarjetas la cubren, no se nota mucho que esté decorada.

Por la parte de atrás, con un washi tape hice una tira y no voy a poner nada aún, ya que aún no sé qué apuntaré aquí.

No he tratado de hacer una agenda preciosa llena de flores, sino una agenda en diez minutos. Al final, me ha llevado veinte...