¡Se casaron! Y tras decir "sí quiero" y emocionar a los asistentes, cubrimos de arroz a Raquel y Miguel. Y ellos, felices, bailaron al son de la música tradicional gallega en el patio de una bellísima iglesia de piedra en una tarde de Octubre.
La melodía alegre, los colores de otoño, los violetas de la decoración de los jarrones de la entrada, el ramo blanco de la novia, los pétalos de colores de las flores y el arroz sobre el suelo. Los prados verdes y el tostado de los campos de maíz maduros que nos rodean. Los pequeños atisbos de nubes azules tras varios días de lluvia. Sus miradas.
Todo esto traducido en una composición con técnicas mixed media, plantillas de formas florales, con más color del habitual en las bodas (he añadido hasta el rojo) y muchísimo brillo en la pintura que decora el fondo.
Todo esto traducido en una composición con técnicas mixed media, plantillas de formas florales, con más color del habitual en las bodas (he añadido hasta el rojo) y muchísimo brillo en la pintura que decora el fondo.
Y nosotros allí, mirando como se celebra el amor que es para siempre.
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