miércoles, 29 de mayo de 2013

Tarjeta Circus. Historia de un doblez, tercera parte.

¿Recordáis la tarjeta de las camitas de dos hermanitas? Una de las cosas que me pasó al poner el doblez para fuera de una hoja, dos veces, es que al recoger el modelo de la mesa de trabajo, lo coloque bocabajo, y me vi en el circo. Y a trabajar, claro.

 


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Doblar una esquina de un papel hacia fuera, puede ser fruto de múltiples inspiraciones. Sobre todo, al ponerla doble. Éste es ya el tercer post que nace del reto de Bolboretas de Mayo. En este caso, de nuevo el doblez lo aplico a los dos lados de un papel, y trabajo la tarjeta y portarjetas como un conjunto indivisible. La diferencia con el proyecto de las camitas es que en aquel caso, el doblez era en la parte superior del portatarjetas, y en este caso, se encuentra en la parte inferior. El doblez invita a entrar en la carpa del circo. 

¡Adelante, no os quedeis vosotras fuera! (Haced clic en las fotos para agrandarlas)


La carpa del circo llegó a mi salón para quedarse unos días. Cuando se abren sus puertas, se vislumbra la fiesta que nos espera dentro. En este circo, el tejado se separa de la parte inferior de la carpa. La estructura tiene entonces interior y exterior de la carpa, y portada y contraportada de la tarjeta. Cuatro zonas para decorar. El conjunto del material se hace pesado, rígido, y en la parte exterior he montado un pequeño cartel, con un elemento que le permite hacer de trípode, para colocarla de pie.

Un monito malabarista nos mira desde su ventana.


Un circo está plagado de sorpresas, risas y caprichos. Confeti, palomitas, pelotas,... Todos a disfrutar de la escena que se desarrolla en la pista central. Un elefante hace equilibrios sobre una gran bola. Es el número estrella de nuestro Circo de la Alegría. Las entradas, los payasos, los leones,... todo contribuye a la magia del circo.


Y en nuestra tarjeta, el número más terrorífico, nuestra manada de leones domesticados. Pequeñitos leones de papel que demuestran sus habilidades al que abre la tarjeta. Quizá sería el lugar idóneo para guardar las entradas al circo (de verdad) que visita el pueblo. ¡Qué sorpresa para quien abra la tarjeta, encontrarse unas entradas para una tarde especial!

Y esto ha sido todo. No os perdais el espectáculo la próxima vez que visite el pueblo. Las sorpresas en este Circo, son como las sonrisas, unas siguen a otras.


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Como todas las cosas que uno debe primero imaginar, porque no tiene un tutorial para seguir, empecé dibujando y recortando el patrón de lo que quería en un folio, hasta tener una idea aproximada. Parte de la idea había surgido de poner bocabajo el patrón de las camitas, de la segunda versión del reto, pero en este caso, la carpa del circo tiene una base más chata que las alargadas camitas. Además, habría que hacerle un tejado, y unir la tarjeta al mismo.

Si fuese más experta, trabajaría más tiempo sobre el patrón hasta tener una idea exacta, ya que el papel dobla mejor que la cartulina y con color, todo se ve distinto que en el papel blanco de un folio, o lo que es lo mismo, es más fácil atorarse cuando ya se está trabajando sobre el material final, el bueno, el que nos da miedo romper, rasgar, arruinar. Por ello este proyecto me ha llevado cuatro días de ocio, en vez de uno, que pensé que sería suficiente. Pero es lo que tiene la experiencia, que se adquiere con la práctica.

Junté todo el material que debería utilizar, a saber:
  1. Cartulinas blanca, roja, amarilla, azul. Yo utilicé una hoja de tamaño A4 de cada, aunque la que más, la roja.
  2. Tijeras de bordes ondulados. Cutter de precisión. Tijeras para cortar papel.
  3. Un sello acrílico con forma de tiques (tickets) de la nueva colección de Pórtico, tintas de colores rojo, amarillo, azul de Dovecraft y Tim Holtz.
  4. Pegamentos varios: Glossy Accents, Cola blanca Pritt, Roller Pritt
  5. Troqueles de pelota y estrella, modelo Star Icon de Quickutz, y la ZAZ (Accucut) para troquelarlos.
  6. Perforadora de hojas. Perforadoras de círculos.
  7. Imágenes relacionadas con el circo, que encontré en Internet. Tipografías del circo que me descargué de Internet.
  8. Varias hojas de la colección de My Mind's Eye, Lime Twist, del bloc de 180 hojas.
  9. Unos trozos de la cartulina de topitos roja de la colección de Folia de cartulinas de topos. En la actualidad creo que ya la trabaja Pórtico, aunque yo lo conseguí a través de la distribuidora de material de oficina de mi empresa.

Para recortar las listas blancas, dibujé la forma del tejado sobre la cartulina blanca, y con una regla marqué el dibujo a listas, señalando el color de cada una a lápiz. Luego lo recorté sin llegar nunca al extremo superior, para que hiciera de sujeción de las franjas. Pegué la pieza de cartulina blanca sobre la roja. Una vez hecho el tejado, se trabaja mejor el ancho de las listas blancas de la parte inferior de la tienda del circo.
Aquí una foto para que veáis la idea. El tejado está rematado con tijeras de bordes ondulados. Con un troquel de bordes también quedaría precioso.


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Para pegar el banderín que asoma por la parte superior de la carpa, utilicé un palillo y para taparlo un poco, coloqué una pieza de goma-eva adhesiva por ambas caras, y sobre ella, una forma troquelada del troquel Star que mencioné. Este troquel corta la forma de la estrella y la pelota en un mismo color. Al utilizar varios, basta con sacar la estrella de un color y colocarla en el hueco de la pelota de otro, para tener un efecto muy vistoso.


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Ahora es el momento de buscar fotos, tiquets, adornos y papeles adecuados para el interior, traseras costados, de la tarjeta y el portatarjetas. En este caso, no quiero usar fotos personales, así que a imaginar elementos decorativos.

Uno muy interesante fue aprovechar los trozos de cartulina sobrantes para hacer confeti de colores, y una bolsita de plástico de los botones de repuesto que vienen en una prenda de vestir nueva, para guardarlo. Lo pegué en una de las páginas con un celo impreso que tengo desde hace años. 

Con troqueladoras de círculos podeis imaginar pelotas, o bordes para algún detalle. No podrán faltar banderitas, banderolas, carteles, tiquets,... en los cuatro colores que señalé, rojo, amarillo, azul y blanco.

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Aquí va una de ideas:
Para sujetar el cordón de la banderola en su sitio y con forma de óvalo, le hice a cada estrella de la banderola un hueco por donde pasarlo con goma eva adhesiva, de tal modo que no hizo falta pegar el cordón al papel, sino pasarlo por cada hueco en cada forma. Es lo que veis en la primera foto.

Otra idea surgió cuando buscaba desesperadamente una imagen infantil de un león, y la encontré en chipboard ya montada en la cocina de mi casa. Los leoncios del Mercadona, un bollito que compré el otro día para mi hijo, y resultó que era justo lo que estaba buscando. 

Para sujetar el cordón a la cartulina, utilicé la parte trasera de la cartulina amarilla que queda oculta tras el tejado rojo. Con un trozo de celo, quedó fijada sin dar demasiado volumen. Es la tercera foto.

 

No os olvideis, de que como más luce, es con la carpa de pie. Poner una pieza de cartulina en la parte trasera de la carpa para que la tarjeta se sujete sola.


Y ahora a decorar, cada una a su manera. Espero que os haya gustado el post y os sea muy inspirador.

Las otras dos entradas para interpretar el doblez:



3 comentarios:

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