"To know you is to love you" is the sentiment for a photo that someone took me when I met my little niece, Valeria. She was the first girl in the family: a little bundle of pink joy. We looked forward to her so much. Maybe she won't know it. Will her?
Cuando llegan las comuniones, los álbumes de comunión con un estilo romántico y floral, llenan mis pensamientos. Están inspirados en los muchos trabajos que la marca polaca de chipboard, Scrapiniec, tiene en su blog.
La última jornada de Xuntanzas (las crops gratuitas que hacemos en A Coruña) antes de las vacaciones de verano, se organizó con tiempo suficiente para enfrentarnos a un proyecto largo.
Buscamos en la red (todos los trabajos de Xuntanzas tienen esa característica, ser proyectos públicos de tutoriales que encontramos por la red) un proyecto que nos gustase y encontramos éste, tan lindo y útil, de Anne's Papercreations (podéis ver la entrada en su blog con más fotos, pinchando aquí).
Para quienes no tengáis el gusto de haber estado días y días viendo vídeos de su canal, os contaré que Anne lleva años en esto, es una scrapper europea, de la bella Noruega, y la casa americana Graphic 45 ha tenido el privilegio de contar con ella por dos años, además de otras casas, como la tienda Wild Orchids Crafts, para la que ella diseñó este organizador. Con una gran carácter altruista, graba los tutoriales de muchísimos de sus trabajos para todas las aficionadas que quieran seguirla, en inglés, por lo que su canal de Youtube es uno de los imprescindibles que deberías seguir. Sus trabajos están caracterizados por muchos recortes "fussy cutting", recortar detalles y detalles y pegarlos creando bellísimas composiciones. Todo a mano.
Sin embargo, en éste no encontramos el tutorial con las medidas, así que siguiendo el esquema adaptamos su organizador a un modelo más grande. El organizador que hemos hecho tiene plegado unas dimensiones de un A4, y tenemos muchísimos espacios para decorar. Me llevará mucho tiempo terminarlo con bolsillos para guardar trozos de lazos o las tijeras,... pero todo se andará. Os dejo ahora con unas fotos del proyecto que llevé para hacer de modelo. Para ver las fotos más grandes, haced clic sobre ellas.
La estructura se cierra en forma de "G" mayúscula, y tiene muchas portadas para poner bolsillos o sobres o adornos.
Desplegada se convierte en una enorme sorpresa, pues nadie se espera al verlo cerrado que haya cintas y puntillas dentro.
En mi modelo, hemos cambiado la forma de los carretes para poder
hacerlos en el tiempo limitado del que disponemos en la Xuntanza. Los de
Anne, de formas redondeadas, son infinitamente más bonitos, pero
llevaban más tiempo y serán un modelo que utilizarán aquellas chicas que
terminen el proyecto en casa. Como veréis aún no he decorado más que con un bolsillo la parte interior. En otra entrada os enseño.
La portada la realicé con temas de costura, buscando cosas de este tema que tenía en el cajón de los alfileres y dándoles capas de mod-podge a aquellas cosas que tenían un papel fino, para que resistan el paso del tiempo. Todo se ha pegado con pistola de silicona caliente.
Algunos elementos los tomé de los pequeños costureros que venden en los bazares. Centímetros, botones, prendedores de tela, trozos de puntilla, de goma, corchetes, una flor de ganchillo, lazos,...
Finalmente, para dar coherencia a los carretes del interior, utilicé unos sellos de blondas de Pórtico y con gofrado con pistola de calor, hice los motivos sobre los papeles de la misma colección, Bramble Rose de My Mind's Eye. También coloqué un eyelet en la parte superior de cada carrete para colgar una etiqueta de cada carrete, para apuntar dónde compré cada puntilla.
Y eso es todo, nos llevó tiempo hacerlo pero hemos disfrutado muchísimo con él. Gracias Anne por enseñarnos tu trabajo y gracias a WOC por inspirate. ¡Un gran abrazo desde España!
Esta libreta es hermana de otra que os mostré en
una entrada anterior. Las que seguís el blog, veréis en este trabajo la misma
colección de papeles, la misma disposición de elementos, la misma gama de
colores. Cambian los troquelados de marcos, y con ello, la decoración de cada
una. También la cantidad de producto de brillos: en este segundo
trabajo he intentado usar menos. Pero ciertamente, son buenas hermanas y
guardan su parecido.
El otro día añadí brillo a mi vida. Polvos de hada. Destellos del sol. El trabajo, hasta ese momento un poco soso, cambió totalmente. Aún soy novata en la aplicación del producto, pero, ohhh, estoy enamorada de él.
"Libretear" o mi gran afición a hacer libretas. En unas horitas las tengo listas y me encantan. Las hago de todos los colores, y algunas me salen genial y otras no me gustan tanto. Pero con todas me divierto mucho y la inspiración me llega en todos los sentidos.
El otro día me hice una libreta para mí. ¡Ups! pensé. Hacer algo para mí, qué morro. Ni fotos de niños, ni marido, ni familia, ni nada. La necesidad de quedármela surgió de repente. Quería hacer una cosa especial con una libreta con una encuadernación preciosa, con el lomo de tela: quería hacer dos portadas, una principal y otra contraportada, escondida. La principal sería como lo que todo el mundo ve y puede ver, y la otra, sería como un secreto donde esconder una parte de algo.
Una entró en esto del scrap, oficialmente, en Diciembre de 2012. Entonces compré más cosas que nunca y sabía como se llamaban y para que servían: con mi primer set de punchers de Navidad, guardé sellos de renos, tintas doradas, sets de tarjetas rojas y cartulinas decoradas que tenía en casa. Tenía mucho material de esta afición, pero no sabía que existía, y lo acumulaba sin saber cómo darle más uso.
Así que estoy de cumple-afición. Hobby-birthday. No sé como llamarlo.
Considero mi regalo de Papá Noel de este año por entregado. El año pasado me trajo una afición nueva, y estoy feliz con ella. Gracias a todas por estar ahí. Gracias a las que compartís conocimientos y proyectos y fotos y tutoriales y trabajos.
Gracias a María de Bolboretas de Papel, y a María de Las cosas de María, con las dos he tenido momentos y conversaciones estos meses que serán para siempre. A Cristina, Pilar, Manoli, Patrìcia, Rony y todas las que me enseñaron algo y gracias a las demás compañeras (si tú también estás ahí) por dedicarme algún día un minuto, por intercambiar un tag o una tarjeta conmigo, por dedicarme un premio, por ponerme un comentario, por pasar por aquí,...¡Felices Fiestas a todas!
Me encantan los tonos envejecidos en los álbumes. A pesar de que me gusta el color, al final, si veo algo con tonos marrones, lo siento como muy mío, y si me lo quedo, me siento muy yo. Dice mi suegro a veces al verme "ya es raro que Cristina no compre algo de color marrón".
Y aún así, me persiguen los colores fuertes, sólidos. Tengo que hacer esfuerzos para envejecer mi vida, mi armario y mis complementos en tonos "vintage".
La semana que mi bebé no estuvo en casa, probé a trabajar un nuevo sistema de encuadernación en un bonito mini-álbum, en colores marrón y rosa, y amarillo... Con muy poco volumen, para que ocupe poco en una casita pequeña, y unos pocos bolsillitos. Y quedó así.
Dedico esta entrada a Mati, una gallega en bellas tierras italianas por amor, que es lo más bonito del mundo...
Me niego a que leais esta entrada sin música. Yo os sugiero que si le váis a dedicar un minuto, la leáis mientras suena esta bellísima canción italiana o cualquier otra que os inspire, un poquito de Italia,... un poquito de ternura para estos minutos,...
El verano es tiempo de reencuentros. Estos días en Asturias estuve con mi hermana mediana. Mi hermana es un inspirante caso de combinaciones de telas, abalorios, tacones, plisados, dibujos, vuelos, sombreros, diademas, escotes, transparencias... una apasionada de la moda, vamos a resumirlo así.
Estos días de verano en Asturias, han sido protagonistas de un reencuentro: hacía por lo menos diez años que no quedaba con mi amiga María. En este tiempo nos hemos escrito, nos hablamos por el facebook, nos mantenemos en contacto, pero vernos, lo que se dice vernos,... hace diez años (calculo) que no nos veíamos. Mi amiga y yo nos conocimos en un viaje mágico al Valle del Loira, en unos días que pasamos en este bello castillo, el Château de la Valette. Era un lugar lleno de flores, todo Francia lo es, pero semi abandonado, lleno de misterio y encanto.
Y pensar que antes no podía vivir sin ella y nuestras largas, largas, laaargaaas conversaciones.
Un momento así merecía un trabajito especial. Tenía que pasarle mis nuevas direcciones y pensé en trabajar algo que ya venía tiempo intentando hacer, un mini con los rollos de cartón del papel higiénico. Sé que explicado así, parece que el trabajo carece de glamour y de encanto, pero para suplir el poco encanto del material, utilicé una colección de papel de flores muy bonita y mariposas. Lo até con un lacito de color verde y le puse una florecita que encontré por Oviedo.
